Elodea
Robusta
planta acuática que crece en largos cordones separados por verticilos foliares
dispuestos a lo largo de los tallos, con hojas dispuestas en roseta muy
apretadamente concentradas, de color verde intenso. A cualquier altura de los
tallos pueden emerger raíces adventicias que se dirigen rápidamente hacia el
fondo.
Elodea
canadensis, o Anacharis está muy distribuida y
conocida como maleza del agua genérica. El uso de esos nombres causa no poca
confusión con plantas no nativas similares, como la Elodea de Brasil (Egeria densa)
o hidrilla (Hydrilla
verticillata), que tiene las hojas algo más duras.
La Elodea
vive enteramente bajo el agua, salvo sus pequeñas flores que flotan
encima del agua, unidas a la planta por delicados tallos. Produce capullos
invernales. En el verano, se desprenden hijuelos de la planta madre, flotando,
y luego enraiza, y comienza una nueva planta. Este es el modo más importante de
multiplicación, jugando la producción de semilla un rol menor.
Los sedimentos limosos y el agua
rica en nutrientes favorece el crecimiento de la Elodea en lagos eutróficos
(ricos en nutrientes). Aunque, la planta crece en un amplio rango de
condiciones, desde muy sombreados a agua profunda, y en muchos tipos de
sedimento. Puede continuar viviendo desarraigada, en fragmentos flotando. Se la
halla en áreas templadas de Norteamérica, donde es el género más común entre
las acuáticas.
En su área
de distribución original, Las Elodeas son importantes para los ecosistemas lacustres.
Da buen hábitat para invertebrados acuáticos y cubre peces y anfibios.
Fuera de ella sin embargo acaban eliminando a las plantas nativas por
competencia y en estanques pequeños acaban ocupando todo el volumen disponible
de agua impidiendo la natación a los animales a menos que se retire
regularmente el excedente. Los patos las
consumen aunque hay que notar que al menos una especie similar (Hydrilla) puede
albergar cianobacterias causantes de envenenamientos masivos de aves acuáticas.
Fue usado como droga por
los iroqueses.
Cada
planta presenta un único sexo produciendo flores diferentes que utilizan para
la reproducción. En acuario sin embargo la reproducción se presenta únicamente
por vía vegetativa, es decir; a través del esquejado de los tallos, bien de
forma natural por la rotura de la planta o por la acción del aficionado.
En
condiciones apropiadas de iluminación sus tallos pueden alcanzar los 3 metros
de longitud. La longitud de sus hojas oscila entre los 5 y los 30 milímetros.
Dependiendo de la especie, ésta puede variar de tamaño, y también de color.
Originaria
de Sudamérica, zona sur de Brasil, Argentina y Chile. En la actualidad se puede
encontrar prácticamente distribuida por todo el mundo considerándose en algunas
zonas como plaga lo que ha logrado que no se comercialice. Su erradicación es
muy difícil y requiere el empleo de herbicidas en medios naturales.
Requiere
de aguas templadas para no marchitarse. Temperatura entre los 15° C y los 22° C
siendo el valor más óptimo el cercano a 20. Aguas moderadamente duras a duras
hasta 20 Gh. Prefiere las aguas alcalinas.
Dada su
capacidad oxigenadora del agua se usaba como planta fácil y económica para
acuarios y estanques de jardín. Sin embargo desde el Real Decreto 630/2013, de
2 de agosto, por el que se regula el Catálogo español de especies exóticas
invasoras, la tenencia y comercio de Elodea canadensis y Egeria densa están
prohibidos para toda España (Elodea nuttallii por su parte está prohibida en
Canarias). Por tanto debe abandonarse su cultivo y ser sustituida por otras
especies.
En los
países en los que no sea ilegal su cultivo, se puede mantener en acuario de
forma plantada o flotante. Su plantado debe hacerse de forma individual y no
por manojos para evitar el riesgo de que se pudran las raíces. Una distancia de
5 cm entre tallos será la indicada. Su lento enraizado ha de ser ayudado con la
colocación de objetos decorativos que impidan que sean continuamente
desenterradas por los animales.
La Elodea
es una especie de zonas templadas adaptada a acuarios de agua fría y a tanques
tropicales de temperaturas moderadas. Se degrada hasta desaparecer por completo
en acuarios de aguas cálidas. Aparte de eso es poco exigente con las
condiciones acuáticas, pudiendo sobrevivir en ambientes con pobre iluminación y
falta de nutrientes.
Para un
correcto mantenimiento es preferible el abonado con CO2. Sin este aporte no se
desarrolla de igual modo y puede influir en los niveles acuáticos al consumir
el CO2 produciendo subidas de pH. También requiere fertilizantes ricos en
hierro que tomará a través de las hojas ya que las raíces sólo son empleadas
como agarre al sustrato. Le son beneficiosos los cambios parciales de agua
sobre todo en acuarios con temperaturas más elevadas a las recomendadas.
Algunas
otras especies de similares requerimientos para el acuario con las que mantener
la Elodea sería la Ceratophyllum demersum, Sagitaria Sp y Vallisneria Sp.
La Elodea
presenta grandes necesidades de iluminación. De otra forma sus tallos se verán
cada vez más reducidos hasta frenar su desarrollo. Por eso se evitarán zonas
donde otras especies puedan dejarlas a la sombra. En aguas frías la planta
presenta una mayor tolerancia a una luz inadecuada. La Elodea es poco exigente
con las condiciones acuáticas siempre respetando la temperatura . Con una
temperatura adecuada la planta puede sobrevivir en un ambiente con poca
cantidad de iluminación y de nutrientes.
Se produce
espontáneamente mediante emisión de brotes e hijuelos adventicios durante los
meses cálidos y soleados del año. Las nuevas plántulas pueden desgajarse
artificialmente a partir de los 10 o 12 cm de longitud del renuevo. También
pueden cortarse tallos de una longitud aproximada de 25 cm, reuniendo varios de
estos esquejes y sujetándolos mediante una goma elástica cerca de la zona
inferior por donde han de implantarse en el terreno. A los pocos días nacen
raíces, enterradas y adventicias, que aseguran la alimentación del vegetal y
simultáneamente brotan nuevos tallos suavizando el aspecto 'mocho' del
ramillete.
Su
crecimiento y brotación son de una rapidez pasmosa, colonizando tanto hábitat
naturales como estanques o acuarios, llegando a formar auténticas madejas, por
lo que ha sido considerada en muchos países como mala hierba o 'peste de los
pantanos'. Puede vivir enraizada en los fondos cenagosos lacustres o flotante
libre, nutriéndose mediante la emisión profusa de raíces adventicias en aguas
de muy diversa 'calidad', aguantando temperaturas extremas, lo que la ha
convertido hoy día en una planta cosmopolita muy común.
Condiciones de mantenimiento
Poco
exigente, tolera temperaturas tan dispares que puede vivir en aguas
continentales de las regiones templadas durante todo el año. En acuario soporta
desde 10 hasta 25 C, siempre que el salto térmico se produzca de forma gradual,
lenta y progresiva. No requiere condiciones particulares en aguas neutras o
alcalinas, cuyo pH oscile entre 7 y 8,5. Sin embargo, acaba muriendo y
pudriéndose en medios ligeramente ácidos. Prefiere aguas de dureza media alta,
superior a 15 DH y tolera una ligera 'salinización' del medio. Los suelos más
aptos son de textura limosa, pero es capaz de enraizar y reproducirse anclada
simplemente en la arena.
Magnífica
oxigenadora su proverbial resistencia y rusticidad, unidas a su abundancia, han
hecho de la elodea una planta desprestigiada y poco solicitada para decorar
acuarios ornamentales. Sin embargo, es utilísima para la cría de numerosas
especies de peces tropicales y de 'agua fría'. En los acuarios decorativos
puede situarse en manojos, adosada a la cara posterior a la superficie vista.
Asimismo,
puede lucir sin desmerecer en absoluto en conjuntos situados en los rincones.
Los peces rojos se crían magníficamente en estanques situados al aire libre,
densamente poblados por elodeas tanto implantadas como flotantes.
Las
elodeas son algunas de las plantas más utilizadas para la educación y los
laboratorios de biología, particularmente en universidades, para entender la
morfología y fisiología de las plantas, así como el fenómeno de la
fotosíntesis.
En tanques
para ovovivíparos una masa de estas plantas suficientemente grande sobra para
proteger rincones, fondos y superficie del agua, y salvar así la mayoría de los
alevines. Cuando se traen de algún estanque 'recién pescadas' se someterán a
desinfección previa y limpieza posterior al chorro del grifo antes de engrosar
la flora de nuestro acuario.
miguel angel